ANTERIOR CONSULTA (VER AQUÍ)
Buenas tardes Madame Santal. Le escribo porque una amiga me ha contado que usted la ayudó a curar el mal de ojo a su gato. Gato mañoso si se quiere, porque, además de trepar por el balcón hasta el departamento de un cheff especialista en hacer buñuelos de cannabis, tenía por costumbre recorrer el barrio con una hojita de esa planta entre sus dientes y no se le ocurría mejor gracia que posarse a los pies del policía que hace su ronda en la manzana. Imagínese el lío que se armó: el oficial anduvo rastreando al dueño del gato hasta dar con mi amiga.
La cuestión se dirimió en favor de mi amiga, gracias a Dios, porque ella, merced a su oportuna intervención, logró que el gato recuperara su cordura y dejara de robar buñuelos. Debo decir además que el oficial ahora está de novio con mi amiga y el gato lo más feliz sigue escapando hasta lo del cheff, pero ahora se roba galletitas con forma de ratón que acumula en una latita de alfajores que robó del almacén.
Entonces yo le escribo para hacerle la siguiente consulta: tengo un perro que parece algo poseído. Rompe todo lo que se le cruza por su hocico. El otro día fui a ponerme una media y parecía un colador. Me arranca las sábanas de la soga y las usa de capa cual superhéroe. Llegó a saltar la pared de casa y se trajo de la del vecino una botella de whisky. ¿A usted le parece que son cosas dignas de un can? Me hace quedar mal el bicho. ¿Usted cree que necesito curarle el mal de ojo? En ese caso, si se lo cura, ¿cree que eso hará que mi vecino comience a fijarse en mí románticamente? ¿O tiene usted algún otro consejo para lograr que lo haga?
Mi agradecimiento a Mirna Gennaro por su colaboración desinteresada. Si queréis conocer sus blogs pinchar aquí y aquí
La cuestión se dirimió en favor de mi amiga, gracias a Dios, porque ella, merced a su oportuna intervención, logró que el gato recuperara su cordura y dejara de robar buñuelos. Debo decir además que el oficial ahora está de novio con mi amiga y el gato lo más feliz sigue escapando hasta lo del cheff, pero ahora se roba galletitas con forma de ratón que acumula en una latita de alfajores que robó del almacén.
Entonces yo le escribo para hacerle la siguiente consulta: tengo un perro que parece algo poseído. Rompe todo lo que se le cruza por su hocico. El otro día fui a ponerme una media y parecía un colador. Me arranca las sábanas de la soga y las usa de capa cual superhéroe. Llegó a saltar la pared de casa y se trajo de la del vecino una botella de whisky. ¿A usted le parece que son cosas dignas de un can? Me hace quedar mal el bicho. ¿Usted cree que necesito curarle el mal de ojo? En ese caso, si se lo cura, ¿cree que eso hará que mi vecino comience a fijarse en mí románticamente? ¿O tiene usted algún otro consejo para lograr que lo haga?
Mi agradecimiento a Mirna Gennaro por su colaboración desinteresada. Si queréis conocer sus blogs pinchar aquí y aquí
Respuesta para Dulcinea del Amargo
Estimada y bienvenida a mi consultorio, Doña Dulcinea del Amargo, teniendo presente su distinguido linaje, siendo además la primera vez que me visita, le haré una oferta especial de 5 por 2, quiero decir que del importe total, le descontaré un cinco por ciento dividido entre dos, lo que le supondrá un sustancial ahorro, si se ha fijado en mis tarifas.
Gracias por su confianza eligiéndome a mi, en lugar de la competencia tan desleal, pues lamentablemente ya hubo un descarado que quiso suplantarme. Deseo, por tanto, no defraudarle y que continúe visitándome el tiempo que necesite.
Me enorgullece saber que mis excepcionales dotes paranormales se vayan propagado a lo largo y ancho del planeta, de igual forma me sumerge en un océano de felicidad, el conocer que su amiga beneficia mi reputación.
Inequívocamente aquel minino sufría un trastorno crónico, que coaccionaba absolutamente su libertad, presentando también un cuadro clínico de paranoia al límite de lo imposible. Le aseguro que tuve que aplicarme a fondo para lograr que desistiese de semejante costumbre alpinista, así como la de olvidarse de su adición a los buñuelos de cannabis. Pero lo más grave, es que continúe en sus trece, sisándole nuevas galletas al chef. ¡Caramba! se nos está haciendo un ladino, un cleptómano zaino y un liante viperino... Dígale a su amiga que cuando ya no soporte su insolencia, que no se arme de paciencia y acuda urgentemente a mi consulta.
Paso a barajar mi mazo de cartas del tarot, haciendo tres montones y luego levantaré las de la izquierda, lateral y chutaré por el centro... ¡Ay en qué estaré pensando! Seguro que la culpa no es del Cha-cha-chá, sino de su perro libertino que me mira de soslayo.
Analizando la tirada, la veo a usted cagada de miedo, porque se toma las cosas demasiado en serio, tampoco tiene muy claro que solución tomar, lo que la mantiene en un punto muerto. Lamentablemente, a medida que intenta cambiar, el temor y las dudas la paralizan, sin poder soltar el lastre, es decir, el mal de ojo de su chucho, bueno no se preocupe, para eso estoy aquí.
Por favor, coloque a su perro en esta banqueta y procure que no se mueva, mientras lo exorcizo del maligno que lo habita.
¡Oh mi Rayo Dorado! desciende en picado sobre tan pobre desgraciado y líbrale de satán, de sus pompas y sus glorias, de sus garras inclementes, de sus afilados dientes y de su pérfida mirada.
—¡Ahhh! —exclamación acompañada de gemidos inaudibles
—Suéltaaa... meee... grrr... —balbuceo con dificultad para respirar
—¡Noooooo! ¡Deee... tennn... teeeeee! Grrr... —caigo al suelo desmayada, mientras el perro salta de la banqueta y no para de ladrar.
—¡Guauuu...auuu...auuu! —los ladridos dan paso a aullidos y con ellos me despierto.
—¡Se acabó la fiesta, demonio de perro! —proferí, hecha un basilisco, tirándole de la oreja y metiéndole en su transportín de viaje.
—Discúlpeme Doña Dulcinea del Amargo, pero le aconsejo que lo lleve al veterinario para extraerle tan siniestro ojo y todo arreglado.
Saludos bendecidos y mucha suerte.
Gracias por su confianza eligiéndome a mi, en lugar de la competencia tan desleal, pues lamentablemente ya hubo un descarado que quiso suplantarme. Deseo, por tanto, no defraudarle y que continúe visitándome el tiempo que necesite.
Me enorgullece saber que mis excepcionales dotes paranormales se vayan propagado a lo largo y ancho del planeta, de igual forma me sumerge en un océano de felicidad, el conocer que su amiga beneficia mi reputación.
Inequívocamente aquel minino sufría un trastorno crónico, que coaccionaba absolutamente su libertad, presentando también un cuadro clínico de paranoia al límite de lo imposible. Le aseguro que tuve que aplicarme a fondo para lograr que desistiese de semejante costumbre alpinista, así como la de olvidarse de su adición a los buñuelos de cannabis. Pero lo más grave, es que continúe en sus trece, sisándole nuevas galletas al chef. ¡Caramba! se nos está haciendo un ladino, un cleptómano zaino y un liante viperino... Dígale a su amiga que cuando ya no soporte su insolencia, que no se arme de paciencia y acuda urgentemente a mi consulta.
Paso a barajar mi mazo de cartas del tarot, haciendo tres montones y luego levantaré las de la izquierda, lateral y chutaré por el centro... ¡Ay en qué estaré pensando! Seguro que la culpa no es del Cha-cha-chá, sino de su perro libertino que me mira de soslayo.
Analizando la tirada, la veo a usted cagada de miedo, porque se toma las cosas demasiado en serio, tampoco tiene muy claro que solución tomar, lo que la mantiene en un punto muerto. Lamentablemente, a medida que intenta cambiar, el temor y las dudas la paralizan, sin poder soltar el lastre, es decir, el mal de ojo de su chucho, bueno no se preocupe, para eso estoy aquí.
Por favor, coloque a su perro en esta banqueta y procure que no se mueva, mientras lo exorcizo del maligno que lo habita.
¡Oh mi Rayo Dorado! desciende en picado sobre tan pobre desgraciado y líbrale de satán, de sus pompas y sus glorias, de sus garras inclementes, de sus afilados dientes y de su pérfida mirada.
—¡Ahhh! —exclamación acompañada de gemidos inaudibles
—Suéltaaa... meee... grrr... —balbuceo con dificultad para respirar
—¡Noooooo! ¡Deee... tennn... teeeeee! Grrr... —caigo al suelo desmayada, mientras el perro salta de la banqueta y no para de ladrar.
—¡Guauuu...auuu...auuu! —los ladridos dan paso a aullidos y con ellos me despierto.
—¡Se acabó la fiesta, demonio de perro! —proferí, hecha un basilisco, tirándole de la oreja y metiéndole en su transportín de viaje.
—Discúlpeme Doña Dulcinea del Amargo, pero le aconsejo que lo lleve al veterinario para extraerle tan siniestro ojo y todo arreglado.
Saludos bendecidos y mucha suerte.
PEDRO EL CHICO
Estimada Madame Santal:
El otro día un compañero de trabajo me puso al corriente de su buen hacer y dado que me encuentro en una situación límite he dedicido escribirle. Cómo me veré de acuciaó para tomar semejante salida.
Vera usted: El otro día al regresar del trabajo mi mujer me armo una polvisca conyugal que todavía me duran sus voces en el timpano. Y es que me echa la culpa de que tiene hongos. Yo también los pille el verano pasado por andar con chancletas viejas. Pero no, ella los tiene en ese lugar donde habita el cofre de los tesoros. Un sofocón tenía la pobre mia. Y nada, emperrá que se los había contagiado yo. Yo lo negue en rotundo porque si lo hago me toca comer de micro y dormir en el sofa todo el mes.
Pero el caso es que sí, se los he contagiado yo. En el cofre no entra nadie. Lo sabré yo.
¿Qué hago: se lo cuento o no?
En espera de su respuesta quedo a sus pies (espero que no le huelan)
Un saludo
Respuesta para Pedro el chico:
El otro día un compañero de trabajo me puso al corriente de su buen hacer y dado que me encuentro en una situación límite he dedicido escribirle. Cómo me veré de acuciaó para tomar semejante salida.
Vera usted: El otro día al regresar del trabajo mi mujer me armo una polvisca conyugal que todavía me duran sus voces en el timpano. Y es que me echa la culpa de que tiene hongos. Yo también los pille el verano pasado por andar con chancletas viejas. Pero no, ella los tiene en ese lugar donde habita el cofre de los tesoros. Un sofocón tenía la pobre mia. Y nada, emperrá que se los había contagiado yo. Yo lo negue en rotundo porque si lo hago me toca comer de micro y dormir en el sofa todo el mes.
Pero el caso es que sí, se los he contagiado yo. En el cofre no entra nadie. Lo sabré yo.
¿Qué hago: se lo cuento o no?
En espera de su respuesta quedo a sus pies (espero que no le huelan)
Un saludo
Respuesta para Pedro el chico:
Estimado Pedro el chico, bienvenido a mi gabinete. Tome asiento al otro lado de mi mesa y por favor no me distraiga con sus insinuaciones, porque ya he observado que le envuelve una legión de diablillos traviesos con los que suele jugar cuando percibe la fragancia de flores dicotiledónias, como es mi caso. A lo que íbamos... Mi Rayo Dorado me está advirtiendo de la conveniencia de iniciar el ritual Shan Shan, antes de consultar a mi bola de cristal, pues vamos allá... Me pongo en actitud meditativa, cierro los ojos, extiendo los brazos, abro las manos con las palmas hacia arriba, inhalo, exhalo, vuelvo a inhalar, vuelvo a exhalar... Repito tres veces tres y bajo los brazos... ¡Oh, disculpe que le haya dado un manotazo! pero no puedo permitirle levantarse de la silla y aprovechar mi descuido para arrimar "cebolleta" de forma tan descarada, manoseando los "tulipanes" que emergen de mi "balcón" cual gaviotas saltarinas... ¡Vuelva a sentarse o le juro que de esta sala no sale como entró! ... Soy nada menos que la incomparable, inimitable, extraordinaria y prodigiosa Madame Santal, por consiguiente, sosiegue sus libertinos modales y déjeme que comience de una vez... Ademas sepa que mi tiempo lo cobro en onzas de oro u otros objetos de valor, a no ser que prefiera le deje su cuenta corriente en números rojos.
¡Pardiez, qué polvisca y qué mujer (la suya) con carácter! Sin embargo me pregunto ¿cómo tiene la santa pachorra para contagiárselo?...
Bueno, comprendo que mienta a su mujer por ese fuerte carácter que la domina y tema represalias, pero lo que no concibo es que tenga semejante cachaza para contagiarle tan fastidiosos "inquilinos", nada menos que en el sanctasanctórum de su "cofre" secreto. Si, mucho "pobre mía", aunque la tiene bien "jodida" ¡Otro machito más apestando a vino peleón de Don Simón!
Le está bien empleado comer de micro y dormir de sofá. En fin, como soy toda una profesional trataré de darle mis consejos, tome nota, no me tome por idiota y apunte en el pergamino con la pluma de pavo real que tengo al lado del tintero mágico, estas instrucciones:
En el hueco de la noche, mirando hacia la luna llena, coloque un recipiente de cobre en el alféizar de la ventana, dentro ponga tres ramitas de salvia, una de romero, dos de Palo Santo, tres varitas de incienso, una prenda íntima de su esposa y quémelo todo, al mismo tiempo recite este conjuro: "Magister de divina sapientia occultatum, infelix praetermisit facere quod recuperare suum intellectum, protegeret eum lasciviendi libidini ne iterum in eundem lapidem impingere, semper et in saecula saeculorum Amen".
Le advierto que como vuelva a las andadas, derramando la semilla, sin control con la colilla, le veo haciendo pajillas poniéndose de cuclillas, guarrete de alcantarilla.
Saludos bendecidos y mucha suerte.
¡Pardiez, qué polvisca y qué mujer (la suya) con carácter! Sin embargo me pregunto ¿cómo tiene la santa pachorra para contagiárselo?...
Bueno, comprendo que mienta a su mujer por ese fuerte carácter que la domina y tema represalias, pero lo que no concibo es que tenga semejante cachaza para contagiarle tan fastidiosos "inquilinos", nada menos que en el sanctasanctórum de su "cofre" secreto. Si, mucho "pobre mía", aunque la tiene bien "jodida" ¡Otro machito más apestando a vino peleón de Don Simón!
Le está bien empleado comer de micro y dormir de sofá. En fin, como soy toda una profesional trataré de darle mis consejos, tome nota, no me tome por idiota y apunte en el pergamino con la pluma de pavo real que tengo al lado del tintero mágico, estas instrucciones:
En el hueco de la noche, mirando hacia la luna llena, coloque un recipiente de cobre en el alféizar de la ventana, dentro ponga tres ramitas de salvia, una de romero, dos de Palo Santo, tres varitas de incienso, una prenda íntima de su esposa y quémelo todo, al mismo tiempo recite este conjuro: "Magister de divina sapientia occultatum, infelix praetermisit facere quod recuperare suum intellectum, protegeret eum lasciviendi libidini ne iterum in eundem lapidem impingere, semper et in saecula saeculorum Amen".
Le advierto que como vuelva a las andadas, derramando la semilla, sin control con la colilla, le veo haciendo pajillas poniéndose de cuclillas, guarrete de alcantarilla.
Saludos bendecidos y mucha suerte.
ANTERIORES CONSULTAS:
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CONSULTA 17 CONSULTA 18 CONSULTA 19 CONSULTA 20
CONSULTA 21
(las pinturas son del artista contemporáneo ruso Michael Cheval)
Puedes participar enviando directamente tu consulta al correo de Madame Santal: consultoriodemadamesantal@gmail.com
A partir de ahora, ya puedes compartir tu consulta junto con la respuesta de la vidente en tu blog.
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Si te apetece que la vidente nunca sepa quién eres tú, puedes crear un correo con otro nombre para despistarla, aunque solo es una sugerencia.
También puedes decidir si deseas que tu consulta vaya acompañada de tu identidad como escritor o escritora.
¡No te pierdas esta oportunidad de diversión asegurada!
También puedes decidir si deseas que tu consulta vaya acompañada de tu identidad como escritor o escritora.
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Vaya consulta más 'apañá'.
ResponderEliminarMadame Santal es usted toda una mujer del Renacimiento porque abarca múltiples facetas en su labor consejeril. Desde gatos robabuñuelos a perros destroza medias, sus clientes le piden de 'tó' y no solo eso, sino que también le hacen consultas más propias para médicos de enfermedades infecciosas.
A este respecto, y sin restar ni un ápice de su sapiencia ancestral, me permitiría aconsejar a Pedro el Chico que, miedos aparte con su parienta, se vaya de cabeza a un especialista en venéreas con su mujer, que esos 'bichitos' tienen la mala costumbre de extenderse por ahí y luego pasa lo que pasa.
Un abrazo, querida Madame, de mi parte y un beso grande de parte de Mandrágora que anda estos días enfurruñada conmigo porque dice que no le atiendo como debiera.
Querida amiga, todo un honor contar con su perspicacia a la hora de sintetizar ambas consultas, puesto que menciona esa cualidad renacentista tan indispensable al enfrentarme con tan variopinto consultorio, de no ser así no podría abarcar semejantes "campos" de conocimiento, pues dice bien cuando concluye en que serían más apropiadas para otro tipo de profesionales. Si, Pedro el Chico ¡tiene tela el niño! y por supuesto debería tomarse en serio lo que usted me comenta al respecto de su infección.
EliminarReciba otro abrazo para usted y un besazo para Mandrágora. Dígale además que este escenario la sigue echando mucho de menos.
Hola!todo un placer leer y conocer sus consultas y sus eficientes y rápidos consejos.gracias por tan original recomendaciones! Siempre suya.las buhas.abrazosbuhos💗
ResponderEliminar¡Buenas tardes! estimadísimas buhas. La verdad que viendo en mi bola de cristal las sonrisas de oreja a oreja con las que me escriben su comentario, ya me han alegrado el día.
EliminarReciban mis saludos cantarines a paso de tango y disfruten de un estupendo fin de semana.
Abrazos con cariño de parte de mi directora.
¡¡Eso, eso dele fuerte, Madame!! Menudo valor ir a consultar después de lo que le ha hecho a su mujer. Yo creo que debería dejarle incapaz incluso de pajillas. Enanuco debería dejarle, digo, eunuco.
ResponderEliminarRespecto a la otra consultatriz, yo le diría que cambie el perro por un gato. Tendría siempre las medias a punto y la posibilidad de fumar algún porrito que, en determinadas circunstancias, es hasta de agradecer. No entiendo por qué se hace mala sangre la dueña de tan adorable minino. En fin cada uno toma su suerte como le parece.
Un saludo lleno de admiración, mi querida Madame.
Mi muy estimada Rosa, ya veo que se pone de mi parte, pues no ha sido un cliente cualquiera, Pedro el Chico, vaya con el chaval con esa jeta más larga que una trompeta. No me tiente, no me tiente con eso de transformarle en eunuco, porque como vuelva a las andadas no me andaré con rodeos ¡ya me conoce usted muy bien!
ResponderEliminarEn lo tocante a Dulcinea del Amargo, me parece estupenda idea la que me expone, puesto que tendría muchas más ventajas que inconvenientes, si cambiase su perro por el gato de su amiga. En fin, no es muy comprensible dicho sufrimiento, cuando el remedio lo tiene tan cerca, pero efectivamente ¡cada loco con su moto!
Saludos cómplices tomando el té tranquilamente y disfrutando de su gratísima compañía.
El regocijo de la reapertura de su tan aclamada consulta no cabe en mí; y ello no es asunto menor, dado que la naturaleza me regaló un cuerpo bastante generoso en anchura. Pasando a los problemas planteados en el día de hoy, observo que quizá Dulcinea no busque tanto la cura del mal de ojo de su perro, sino que ello le consiga el mismo destino con su vecino que el que alcanzó su amiga con el policía.
ResponderEliminarMenos compasión me ofrece Pedro, quien tiene más un problema de calenturas que de hongos; bien hará en seguir sus sabios consejos, puesto que se empieza con hongos y se termina en algo mucho peor, así que espero que la severa advertencia de su ilustrísima bien recibida y valorada por tan magno semental.
Me despido dejándole mi reverencia y un abrazo, Madame.
Mi estimado admirador, David Rubio, pues si es tanto el gozo que le produce esta reapertura, no puede imaginarse la exultación que me produce conocer las bondades que le devienen al respecto.
EliminarEn efecto, a mi clienta no le interesa tanto la cura del mal de ojo de su can, sino que le solucione el flirteo con su vecino, pero dígame una cosa, si ya de entrada casi me muerde el perro y encima pierdo la oportunidad de sacarle los cuartos, al resolvérselo todo de un plumazo, pues adiós mi negocio.
Desde luego, Pedro el chico, está hecho un buen semental y encima sin escrúpulo ninguno respecto a su santa que lo aguanta. No tenga ninguna duda que seré implacable si flaquea, golfea y también zanganea.
Saludos saludables con mi brazo en alto y la mano ondeando el horizonte.
Un abrazo.
Parece que hoy todas las consultas que le tocaron en suerte van sobre "animalitos", Madame Santal. Los unos con voluntad propia y haciendo estropicios, cada uno a su manera, y los otros "saltarines" de humano en humano, sin duda también causando estropicios. Así y como de soslayo también se le coló una consulta amorora, pero a usted eso de los filtros ya le queda muy pequeño, tal es su renombre y sapiencia. Para otras menos avezadas quedan esas menudencias :))
ResponderEliminarQuedo atenta a posteriores consultas, porque una nunca sabe cuándo va a aprender justo lo que necesita sin tenerlo que pedir (sí, qué quiere que le diga, no soy lo que se dice rumbosa a la hora de gastar cuartos jajajaa).
Una reverencia y mi más exaltada devoción, querida Madame. Siempre es un placer acudir a su consultorio :))
Estimada Julia, así es, en esta ocasión parece ser que mis clientes «se hayan puesto de acuerdo» para mencionar todo tipo de criaturas, esto no le quepa duda que se debe a las nocivas influencias del chucho con su mal de ojo.
EliminarNo se preocupe respecto a la consulta amorosa de mi cliente, porque mi antena paracuántica de banda ancha ha captado una interferencia, donde se escucha claramente la voz de mi clienta, contándole a su amiga que quiere volver a verme. Naturalmente se lo cuento en confianza, de modo que usted no sabe nada.
Le agradezco en el alma, vida y corazón, que regrese en posteriores consultas, ya que ese tema ha quedado pendiente y ya veremos si puedo aumentar mis ingresos complicando aún más las cosas.
Le aconsejo que ahorre unos doblones más para imprevistos, no sea cosa que tenga que acudir a mi consulta y tenga apuros económicos. ¡Lo lamentaría de veras!
Saludos sonrientes y boca con forma de libreta de ahorros.
Unas consultas muy interesantes, los gatos son adorables hasta pienso que están llenos de magia. Un placer poder disfrutar de su talento natural para lo sobrenatural, me gustan mucho sus respuestas.
ResponderEliminarMi respeto por su adorable labor, mi estimada Madame Santal, pasaré cuando el tiempo me lo permita por este consultorio tan especial.
Estimada Rosana, le agradezco muy encarecidamente que se haya tomado unos minutos disfrutando del espectáculo.
EliminarEstoy de acuerdo con usted, los gatos son adorables y suelen sorprendernos por sus desconocidas facultades un tanto mediúmnicas, pues hay quien asegura que son de procedencia extraterrestre.
Saludos terrestres contagiados de atenciones y cariño hacia su persona, a quien mi autora, le tiene en gran estima y además me asegura que ya disponen de otra estancia para estas visitas.
En estas consultas de lo más peculiares, disfruto leyendo los sabios consejos de Madame Santal ¡No hay nada como una experta en pócimas, predicciones, consejos amatorios y males de ojo! Ciertamente, los retos a los que se enfrenta tan docta maestra requieren de una alta preparación mental, espiritual y técnica, pues se trata de conflictos que no cualquier "brujilla de tres al cuarto" podría remediar con éxito. Pero... ¡Vaya problemas que se le plantean a la gente hoy en día!
ResponderEliminarMe quito el sombrero ante tanta sapiencia.
Estimada Macarena, un gusto recibirla y darle la bienvenida a mi teatro.
EliminarMe complace mucho que mis consejos le hagan pasar un rato agradable y divertido. ¡Ah! le agradezco que mencione la excelente calidad de mis conocimientos, en este arte de la videncia y sanación, pues como suelo decir, hay demasiados cuervos en busca de «buenos bocados» para acrecentar sus ganancias, pero Madame Santal solamente hay una e inimitable ¿verdad?...
Ciertamente me debo armar de valor a la hora de resolver tantas y diversas preocupaciones, que soliviantan a mi clientela, como usted me hace referencia.
Saludos múltiples y que la suerte le acompañe en su adorable peregrinar por ese mundo viajero.